La situación actual del país hace que las energías renovables están cobrando cada más protagonismo. Entre ellos una de las que se está posicionando con fuerza es la solar, más en concreto el autoconsumo eléctrico, una forma de disfrutar de autonomía en la generación de energía y caminar hacia el ahorro energético.
¿Qué se entiende por autoconsumo eléctrico?
Por autoconsumo eléctrico se entiende la producción de energía para el propio consumo doméstico, es decir, para la propia vivienda o espacio.
Técnicamente, el Real Decreto de 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, en su artículo 9, define el autoconsumo como “el consumo de energía eléctrica proveniente de instalaciones de generación conectadas en el interior de una red de un consumidor o a través de una línea directa de energía eléctrica asociadas a un consumidor”.
Dicho autoconsumo se consigue principalmente mediante las instalaciones de energías fotovoltaicas, jugando un papel esencial los paneles solares, los cuales están compuestos de:
Baterías: favorece el autoconsumo ya que todos los excedentes de energía producidos durante el día pueden ser empleados durante la noche; momento en los que, por norma general, el consumo es menor.
Inversor solar: es un aparato que permite ajustar la energía producida al consumo que se realiza en el hogar o en una vivienda. Gracias a ellos, las posibilidades de que algunos aparatos eléctricos se reducen al mínimo.
Contador digital: que permite administrar de forma eficiente la cantidad de energía producida por las placas solares. Un efecto más o menos similar es el que genera la aerotermia, que veremos a continuación.
¿Qué tipos de autoconsumo fotovoltaico existen?
Dentro del autoconsumo fotovoltaico o eléctrico existen dos tipos:
Autoconsumo conectado a la red
Como el propio nombre indica, son las instalaciones que además de disponer de sistemas de autoconsumo se encuentran conectadas a la red. Al contrario que las instalaciones aisladas, se puede hacer uso de la energía generada por la conexión eléctrica si el autoconsumo no puede satisfacer totalmente las demandas eléctricas.
Autoconsumo aislado
A diferencia de las anteriores, estas son las más propicias si buscas un autoconsumo total. Este tipo de instalaciones no están conectadas a la red eléctrica, de tal manera que no es necesario contratar los servicios de una comercializadora de energía; un dato que por supuesto hará que tu factura energética se reduzca a cero.
Con las misma, el objetivo parte de que se genere la energía suficiente para abastecer las necesidades energéticas de la vivienda durante las 24 horas del día, incluso generar excedentes.
¿La aerotermia puede favorecer el autoconsumo eléctrico?
Por supuesto la aerotermia es un gran complemento para el autoconsumo eléctrico. Este tipo de tecnología es capaz de extraer mediante una bomba de calor hasta un 75% de la energía del aire.
A través de un gas refrigerante saca el calor y lo convierte en calefacción y agua caliente.
¿Cuáles son las ventajas del autoconsumo eléctrico?
Algunas ya las hemos esbozado a lo largo de escrito, pero las principales ventajas del autoconsumo, más si es combinada con la aerotermia, son las siguientes:
- Genera ahorro: por supuesto, te permite ahorrar en la factura de la luz. A pesar del desembolso inicial para hacerte con unas placas solares o los valores, se amortizan en 5-7 años.
- Independencia energética: fomenta la correcta gestión energética. El autoconsumo te permite ejercer el poder sobre tu modelo de energía y así caminar más rápidamente hacia la sostenibilidad y autosuficiencia.
- Una fuente de energía inagotable: Bien es sabido que España es el país del sol, por lo que en la mayoría de comunidades autónomas no vas a tener problemas para generar esta materia prima.
- Apertura hacia nuevos modelos de negocio: Desde la óptica empresarial, el autoconsumo también favorece la creación de puestos de trabajo, dada la preocupación mundial y nacional por la conservación medioambiental.
